La memoria es un componente vital de la sociedad humana, le ayuda a realizarse en el presente, la liga con el pasado y la proyecta en el futuro. El objetivo siempre consiste en que no sea ni estática, paralizante, ni amnésica en una ciega huída sin rumbo, sino dinámica, integradora de historia, experiencias, elementos definitorios y abierta a novedades enriquecedoras. Con esas premisas, que sea creativa en el aquí y en el ahora. Y creativa, en términos sociales, quiere decir que estimule y garantice la participación y el debate ciudadanos.
En este sentido, el patrimonio urbano y arquitectónico es un componente fundamental de la cultura de una sociedad. En él existen elementos constitutivos de su historia, personalidad y cultura, que forman parte de su biografía e identidad. Aquí también el objetivo es diferenciar lo fundamental de lo accesorio, lo que es referencial y lo que es secundario, conscientes de que en lo referente a ese tipo de patrimonio, la referencialidad más que depender de unos elementos determinados, las más de las veces está en relación a una constelación de elementos que caracterizan una personalidad, un estilo.
Un grupo de ciudadanos, conscientes de que la información, participación y compromiso resultan imprescindibles para poder acceder a esos deseables niveles de protección del Patrimonio Histórico-Artístico, conocedores y deudores de experiencias anteriores desarrolladas en la ciudad, hemos constituido una Asociación ("Donostia/San Sebastián, Hiria/Ciudad"), semejante a las ya que existen en otras ciudades, abierta, democrática e independiente, sin ningún tipo de interés particular ni partidista, y con el único objetivo de propulsar una dinámica de conciencia y cultura cívicas al respecto.
Evidentemente, su capacidad de acción, su eficacia estarán en relación a la adhesión y/o apoyo de personas que sintonicen con la problemática; sólo así se conseguirá que una voz cívica independiente tenga peso y adquiera el protagonismo que le corresponde. Dejando claro que ser socio no implica comprometerse en obligaciones que no se deseen asumir. El gradiente de implicación puede ir desde la simple adhesión sin ningún otro tipo de compromiso hasta la integración activa en la dinámica de la Asociación, incluido el detentar cargos de responsabilidad y dirección de la misma. En medio, la figura del socio que, con su apoyo moral y cuota, ayuda al desarrollo de las actividades sociales, con plenos derechos participativos a todos los niveles.
Creemos que la ciudad lo merece. Le esperamos.
Jose Angel Irigaray (Escritor y Editor)
Oroimena giza sozietateen funtsezko osagaia da. Orainaldian garatzen laguntzen die, iraganari lotuz eta gerora bide berriak zabaltzera bultzatuz. Helburua beti da ekiditea estatiko eta geldoa den oroimena bezainbat amnesikoa eta aurrerako ihesean itsutuki doana. Dinamikoa izatea, historia, eskarmentua eta identitate osagaiak integratuz, irekia izanez aberasgarri diren berritasunen aurrean. Orain eta hemen sortzaile izatea eta, beraz, partaidetza sustatzea eta bermatzea.
Hiri-ondarea sozietate baten funtsezko kultur osagaia da. Bertan biltzen dira bere historia, nortasun eta kultura nabarmentzen duten osagaiak; bere biografia eta identitatea ezaugarritzen dutenak. Eta hemen baitezpadakoa da funtsezkoak direnak eta osagarriak baizik ez direnak bereixtea, erreferentzial dena eta bigarren mailakoa dena. Nahiz eta jakin ondare arloan erreferentzialtasuna gehienetan ez dagokiela elementu bakan batzuei soilik, hiriaren nortasuna ezaugarritzen duen multzo bati baizik.
Zenbait hiritarren eraginez, Donostiako hiri-ondarea era dinamikoan zaintzeko garaian informazio, partaidetza eta engaiamendua baitezpadakoak direla jakinik, hirian garatutako aurrekariak ezagutuz eta haiekiko zordun, "Donostia/San Sebastián, Hiria/Ciudad" Elkartea sortu da. Beste hiri askotan daudenen antzekoa: irekia, demokratikoa eta independientea; alderdikeriazko edota bestelako interes berezirik gabea. Bere asmo bakarra auziarekiko hiritar dinamika eragitea da, gure hiri-ondareraren defentsan nabarmendu direnei plataforma bat eskaintzea.
Merezi dituen oihartzuna eta eraginkortasuna lortzeko atxikimenduak beharrezkoak dira, noski. Gisa horretan bakarrik lortu daiteke hiri-ahots indartsu eta independiente bat. Eta bazkide izateak ez dakar hartu nahi ez den konpromisorik hartzea. Kidetasuna atxikimendu arruntetik Elkartearen dinamikan erabateko partaidetzaraino hedatzen da, maila desberdin asko tarteko. Erdigunean, bazkide osoaren mota dago; bere laguntzarekin eta ordain-sariarekin Elkartearen jarduerak garatzen laguntzen duena eta, noski, maila guztietan parte hartzeko eskubidedun dena.
Hiriak merezi duelakoan gaude. Zure zain gaituzu.
Prólogo
La palabra patrimonio proviene del latín, y etimológicamente deriva de pater, el padre, en referencia a los bienes que proceden de la familia y que son heredados. Se trata pues de un concepto jurídico que, con el tiempo pasó a designar los bienes familiares y el conjunto de la hacienda. Si en el plano individual la noción ha estado y está bien delimitada y defendida, no sucede lo mismo en cuanto al concepto mas moderno de patrimonio colectivo. El patrimonio es una de esas realidades que ha alcanzado entidad social, que ha adquirido un peso creciente a lo largo de la historia, y que se presenta como uno de los grandes ámbitos que definen nuestra cultura, pero sobre el que no se consigue un consenso que permita preservarlo en su integridad. Para procurar que esta protección sea lo más amplia y rigurosa posible en nuestro entorno, surge esta asociación.
La identidad de un pueblo, de un lugar, se define históricamente a través de múltiples aspectos en los cuales se plasma su cultura, como son: la lengua, las relaciones sociales, los ritos y creencias que se dan en todo grupo humano socialmente organizado, y que tienen un carácter inmaterial y anónimo ya que son producto de la colectividad. Los bienes materiales e inmateriales condensan todos estos valores, revistiéndose de un elevado valor simbólico que asume y resume el carácter esencial de la cultura a la cual pertenecen.
Los bienes culturales son pues aquellos que tienen un valor de civilización. Y que como transmisores de conocimientos científicos y humanísticos (que si bien se generaron en el pasado, son utilizados en el presente), han favorecido la supervivencia y evolución de una comunidad y por tanto son esenciales para la sociedad presente y para las futuras generaciones.
La Unión Europea, la Unesco, y otros organismos internacionales, vienen señalando desde hace décadas la importancia y esencial necesidad de conservar y poner en valor el Patrimonio Cultural, no solo por lo que su pérdida supone de mengua espiritual, de valores, referentes y apoyos para la sociedad (y por consiguiente, de involución en el desarrollo conseguido), sino también porque una buena gestión del Patrimonio puede contribuir al desarrollo económico, ya que la conservación del entorno cultural y natural de una ciudad, supone una gran ventaja en su consolidación como destino turístico, congresual, y empresarial. No se trata solo de preservar nuestra historia y cultura para aprender de ella y mejorar nuestra situación presente y futura, sino también de rentabilizarla en términos económicos, ya que en el marco de una progresiva estandarización cultural y paisajística, la preservación de un entorno con sus hechos diferenciales, supone conservar los atractivos para un turismo de calidad que favorecerá el desarrollo sostenible de la ciudad. Hoy nadie pone en duda que una buena gestión del patrimonio implica que este sea rentable no solo desde el punto de vista social y cultural, sino también económico. Eso supone considerar el patrimono mueble e inmueble, como un verdadero capital del que disponemos y de cuya conservación y valoración podemos alcanzar una serie de beneficios. En ciudades muy cercanas todos los gastos que se invierten en la conservación y restauración del patrimonio están siendo considerados, dentro de la economía de mercado, como una inversión productiva.
En principio la asociación pretende ocuparse del patrimonio cultural en general, creando secciones específicas para cada tipo de bienes, pero nuestra prioridad es la de actuar sobre los que se hallan más expuestos y desprotegidos, como son los urbanísticos, y la ciudad histórica, los arquitectónicos, los lugares, monumentos y jardines históricos. Como otras Asociaciones similares, esta aspira a ¨ recuperar, defender y divulgar el patrimonio cultural de la ciudad, desde la base del respecto a la autenticidad del conjunto y de su entorno natural¨, también a defender la identidad unitaria de la ciudad y reivindicar un modelo de desarrollo basado en los elementos que constituyen su cualidad urbana. Pretendemos que la ciudad histórica, sea preservada, y a la vez sirva como referente fundamental en el desarrollo urbano presente y futuro. Hay que ser capaces de sustituir opulencia, expresión personal y tecnolatría, por mesura, conocimiento y cultura, condensar el valor de las diversas arquitecturas, en conceptos de ritmo, proporción y textura.
Nuestra asociación, en la medida que seamos capaces de aglutinar a profesionales que trabajen en este ámbito también pretende asesorar e informar a personas o instituciones interesadas en defender los valores patrimoniales del Término Municipal de Donostia-San Sebastián. Consideramos que los estudios técnicos, y también la opinión de los colectivos ciudadanos, deberían ser vinculados a cualquier decisión política de conservación. Así lo estipula el convenio Europeo para la salvaguarda del patrimonio, que también señala el deber que tienen los poderes públicos de promover el desarrollo de fundaciones y asociaciones que trabajen en este sentido.
En cualquier caso urge crear una política más rigurosa de protección y conservación integrada del patrimonio arquitectónico, del centro histórico, y de sus jardines. La protección de conjuntos históricos como el de nuestra ciudad, solo puede concebirse de una manera global, teniendo en cuenta todos sus elementos, (edificaciones, jardines, espacios públicos, etc...) su integridad artística, así como el marco que forman y en el que se inscriben, de modo que se favorezca la creación de un ámbito de vida donde el ser humano pueda encontrar su identidad, y saber hacer frente a los radicales cambios que experimenta la sociedad. Se debe hacer un mayor esfuerzo en cuanto a la catalogación, conservación, investigación y difusión del patrimonio. Contar con mayores ayudas para la conservación, tanto preventiva como curativa, y las restauraciones deberían ser más respetuosas con la autenticidad del bien a recuperar. Sería también deseable una política activa de encargos públicos e incentivos financieros que fomenten las iniciativas de los particulares con relación a estos trabajos de conservación.
Nuestra principal misión es la de promover una protección adecuada de los bienes culturales de la ciudad. Y esta ha de estar avalada por estudios que analicen y documenten su alcance, relevancia y valor en cada contexto, concretados en la redacción de informes directamente vinculados a las decisiones políticas. Por eso nos hemos propuesto la creación equipos, formados por profesionales en las distintas áreas del patrimonio que trabajen en la catalogación, conservación, investigación y difusión, y que asesoren a instituciones y particulares. A partir de ahí se podrán tomar iniciativas concretas respecto a intervenciones y proyectos, siempre teniendo en cuenta que los bienes culturales patrimoniales, más allá de las entidades políticas directamente implicadas en su gestión, pertenecen a todos y cada uno de los ciudadanos, también a los de futuras generaciones y por tanto no deben destruirse.
El proyecto es ambicioso, e ignoramos si lograremos todos los objetivos propuestos, tenemos como referentes a otras ciudades que constituyeron hace tiempo Asociaciones como esta, y cuyos niveles de protección del patrimonio han aumentado y mejorado en un alto grado. Sobre todo en Europa cada vez más ciudades vienen incorporado estas cuestiones en su sistema electoral. En las elecciones locales no solo se elige un candidato y un programa, sino que es posible tomar decisiones acerca del desarrollo de la ciudad. La utilización de los recursos, el modelo de ciudad, el planeamiento, la configuración de las nuevas áreas residenciales, la arquitectura, la relación con el medio natural, el patrimonio cultural... son objeto de continuos estudios y debates, en los que se implican los agentes sociales; colegios profesionales, universidades, medios de comunicación, asociaciones, partidos políticos etc.... Las decisiones sobre las cuestiones mas importantes, son de este modo públicas y colectivas. Se promueve así, el sentimiento de control sobre el destino de las ciudades por parte de sus habitantes logrando que se sientan responsables de su futuro, y también los poderes locales se ven socialmente respaldados en su labor reguladora de las iniciativas públicas y privadas, todo ello en aras de la consecución del interés colectivo.